sábado, 28 de agosto de 2010

Parte de Colombia fue robada por Teodoro Roosevelt con el canal de Panamá.

"Parte de Colombia fue robada por Roosevelt"

Por: Luis Ángel Murcia

ENTREVISTA. Noam Abraham Chomsky, intelectual gringo padre de la lingüística y polémico activista por sus posturas contra el intervencionismo militar de Estados Unidos, visitó Colombia para ser homenajeado por las comunidades indígenas de Cauca. Habló en exclusiva con Semana.com

El cerro El Bosque, un trozo de vida natural amenazado por la riqueza aurífera que esconde en sus entrañas, desde la semana pasada tiene una importancia de talla internacional. Esa reserva ubicada en el centro de Cauca muy cerca al Macizo Colombiano, es el cordón umbilical que hoy tiene a los indígenas de la región conectados con uno de los intelectuales y activistas de la izquierda democrática más prestigiosos del planeta. Noam Abraham Chomsky. Quienes lo conocen aseguran que es el ser humano vivo cuyas obras, libros escritos o reflexiones, son las más leídas después de la Biblia.

Sin duda el señor Chomsky, con 81 años de edad, es toda una autoridad en geopolítica y Derechos Humanos. Su condición de ciudadano americano le da autoridad moral para ser considerado uno de los más recalcitrantes críticos de la política expansionista y militar que Estados Unidos aplica en el hemisferio. En su país y Europa es escuchado y leído con mucho respeto, se ha ganado todos los premios y reconocimientos como activista político y sus obras tanto en lingüística como análisis político han sido premiadas.

Su paso discreto por Colombia no era para ofrecer las laureadas charlas, sino para recibir un particular homenaje de la comunidad indígena que vive en el Cauca. El cerro El Bosque fue rebautizado como Carolina, que es el mismo nombre de su esposa, la mujer que durante casi toda su vida lo acompañó. Ella murió en diciembre de 2008.

En medio de su agenda, coordinada por la CUT y la Defensoría del Pueblo del Valle, el señor Chomsky sacó unos minutos para atender en exclusiva a Semana.com y hablar de todo.

Semana.com: ¿Qué significado tiene para usted ese homenaje?

Noam Abraham Chomsky: Estoy muy conmovido; especialmente de ver que gente pobre que no tiene riquezas se presten a hacer ese tipo de elogios, mientras que la gente más rica no le presta atención a este tipo de cosas.

Semana.com: ¿Sus tres hijos saben del homenaje?

N.A.C: Todos saben de esto y el bosque. Una hija que trabaja en Colombia contra las empresas internacionales de minería también está enterada.

Semana.com: En esta etapa de su vida qué le apasiona más: ¿la lingüística o su activismo político?

N.A.C: He estado completamente esquizofrénico desde que era joven y sigo así. Es por eso que tenemos dos hemisferios en la mente.

Semana.com: Por cuenta de ese activismo ha tenido problemas con algunos gobiernos, uno de ellos y el más reciente fue con Israel, que le impidió ingresar a tierra palestina a dar una conferencia.

N.A.C: Es cierto, no pude hacerlo pese a que fui invitado por una universidad palestina, pero me encontré con un bloqueo en toda la frontera. Si la charla fuera para Israel, me hubieran dejado pasar.

Semana.com: ¿Esa censura tiene que ver con uno de sus libros titulado Guerra o Paz en Medio Oriente?

N.A.C: Es por cuenta de mis 60 años de trabajo por la paz entre Israel y Palestina. Realmente yo he vivido en Israel.

Semana.com: ¿Cómo califica lo que pasa en Oriente Medio?

N.A.C: Desde 1967 fue ocupado el territorio palestino y eso hizo de Gaza la prisión al aire libre más grande del mundo donde lo único que les queda por hacer es morir.

Semana.com: ¿Llegó a ilusionarse con las nuevas posturas del presidente Barack Obama?

N.A.C: Es muy similar a George Bush, ya lo había escrito. Hizo más de lo que esperábamos en cuanto al expansionismo militar. Lo único que cambió con Obama fue la retórica.

Semana.com: Cuando Obama fue galardonado con el premio Nobel de Paz, ¿qué pensó?

N.A.C: Media hora después del nombramiento, la prensa noruega me preguntó qué pensaba del tema y respondí: 'Tomando en cuenta su récord, este no fue el peor nombramiento'. El Nobel de Paz es un chiste.

Semana.com: ¿Estados Unidos sigue repitiendo sus errores de intervencionismo?

N.A.C: Ha sido muy exitoso. Por ejemplo, Colombia tiene el peor récord de violación de Derechos Humanos desde el intervensionismo militar de Estados Unidos.

Semana.com: ¿Tiene alguna opinión sobre el concepto de guerra preventiva que pregonó Estados Unidos?

N.A.C: No existe ese concepto, es simplemente una forma de agresión. La guerra en Irak fue tan agresiva y terrible que se asemeja a lo que hicieron los Nazis. Si aplicáramos esa misma regla Bush, Blair y Aznar estarían colgados, pero la fuerza se aplica a los más débiles.

Semana.com: ¿Qué pasará con Irán?

N.A.C: Hoy existe una gran fuerza naval y aérea amenazando a Irán y sólo Europa y EE.UU. piensan que eso está bien. El resto del mundo cree que Irán tiene derecho a enriquecer uranio. En medio oriente tres países (Israel, Pakistán, India) desarrollaron armas nucleares con la asistencia de EE.UU. y no han firmado ningún tratado.

Semana.com: ¿Cree en la guerra contra el terrorismo?

N.A.C: Estados Unidos es el mayor terrorista del mundo. No se puede pensar en algún país que haya causado más daño que él. Para EE.UU. terrorismo es lo que usted nos hace a nosotros y no lo que nosotros le hacemos a usted.

Semana.com: ¿Hay alguna guerra justa de Estados Unidos?

N.A.C: La participación en la segunda guerra mundial fue legítima y además entraron demasiado tarde.

Semana.com: ¿Esa guerra por recursos naturales en Medio Oriente se puede repetir en Latinoamérica?

N.A.C: Es diferente. Lo que Estados Unidos ha hecho en América Latina tradicionalmente es imponer brutales dictaduras militares que no se discuten por el poder de la propaganda.

Semana.com: ¿Latinoamérica es realmente importante para Estados Unidos?

N.A.C: Nixon dijo: "Si no podemos controlar a América Latina cómo podremos controlar al mundo".

Semana.com: ¿Colombia juega algún papel en esa geopolítica gringa?

N.A.C: Parte de Colombia fue robada por Teodoro Roosevelt con el canal de Panamá. Desde 1990 este país ha sido el mayor recipiente de ayuda militar estadounidense y desde esa misma fecha tiene los mayores récord en violación de Derechos Humanos en el hemisferio. Antes el récord lo tenia El Salvador quien curiosamente también recibía ayuda militar.

Semana.com: ¿Sugiere que esas violaciones tienen alguna relación con los Estados Unidos?

N.A.C: En el mundo académico se ha concluido que existe una correlación entre la ayuda militar que dan los EE.UU. y la violencia en los países que la reciben.

Semana.com: ¿ Qué opina de las bases militares gringas que hay en Colombia?

N.A.C: No es una sorpresa. Después de El Salvador, es el único país de la región dispuesto en dejar que se instalen. Mientras Colombia siga haciendo lo que EE.UU. le pide que haga, éstos nunca van a tumbar al Gobierno.

Semana.com: ¿Está diciendo que EE.UU. derroca gobiernos en América Latina?

N.A.C: En esta década apoyó dos golpes. En el fallido golpe militar de Venezuela en 2002 y en 2004 secuestraron en Haití al presidente electo y lo mandaron para África. Pero ahora es más difícil hacerlo porque el mundo cambió. Colombia es el único país latinoamericano que apoyó el golpe en Honduras.

Semana.com: ¿Tiene algo para decir de las tensiones actuales entre Colombia, Venezuela y Ecuador?

N.A.C: Colombia invadió a Ecuador y no conozco a ningún país que apoye eso, salvo Estados Unidos. Y respecto a Venezuela las relaciones son muy complicadas, pero abogo porque mejoren.

Semana.com: ¿Latinoamérica sigue siendo una región de caudillos?

N.A.C: Ha sido una tradición muy mala, pero en ese sentido América Latina ha progresado y por primera vez el cono sur del continente se está movilizando hacia una integración para superar sus paradojas, como por ejemplo ser una región muy rica pero con una gran pobreza.

Semana.com: ¿El narcotráfico es un problema exclusivo de Colombia?

N.A.C: Es un problema de los Estados Unidos. Imagínese que Colombia decida fumigar Carolina del Norte o Kentucky donde se cultiva tabaco, el cual ocasiona más muertes que la cocaína.

Fuente: Semana.com.
Miércoles 21 Julio 2010.

sábado, 7 de agosto de 2010

Carlos Iván Degregori: no hay presidente que haya maltratado más a la ciudadanía; “perros del hortelano”, “andinos tristes”.

“Este gobierno optó por ser el guachimán de la gran empresa”

Antropólogo, docente sanmarquino, investigador del IEP y ex comisionado de la CVR, Carlos Iván Degregori sigue con atención la realidad política, social y cultural del país. Aquí opina sobre el mensaje presidencial y otros temas urgentes.

Por: Federico de Cárdenas

¿Cuál es tu impresión general del mensaje presidencial?

–Previsible. Difícilmente se podía esperar algo distinto. Es cierto que el Perú avanza, pero por efecto de alguno de esos pactos fáusticos con el diablo parece que el avance se corporizara en el presidente y entonces uno ve que el Perú avanza, pero de manera desigual y no proporcionada. Unas partes crecen con desmesura, otras se quedan, y el rostro del avance es desequilibrado. Me quedó patente cuando pasaron las imágenes de AGP en el 2006, ni siquiera las de 1985 o 90. Es algo que no ves, por ejemplo, en Fernando Belaunde Terry 1 y FBT 2, en quien se aprecia un envejecimiento, pero a la vez una continuidad más armónica. AGP nos deja un avance innegable en cifras, con las desigualdades reducidas en algunos campos, pero en otros ocurre lo contrario, como lo prueba el que ahora hayan más conflictos que antes. Se cumple, creo, algo que Álvarez Rodrich dijo: que el gobierno no tenía por qué ser guachimán de petroleras. Este gobierno optó, y desde el comienzo, por ser el guachimán de la gran empresa y me parece notorio.

Lo que vi el 28, medio siglo después y con todas las diferencias –este es un gobierno democrático–, es que AGP ha optado por una suerte de odriísmo, aunque en él sería “hechos + palabras”. Las 130,000 obras anunciadas demuestran que ha optado claramente por que se le recuerde por ellas. Es una suerte de revancha personal respecto del desastre que fue su primer gobierno e incluso hizo referencia a ello al mencionar a su padre, algo que puede leerse como una reivindicación ante el país y hasta ante su familia. Pero ello le ha costado pasar del AGP audaz y heterodoxo –que lo hizo mal– al otro extremo: ahora es alguien sumamente conservador. Entre la baraja de opciones que hay en el mundo, el modelo que nos propone es uno que está en retroceso, duramente cuestionado por la crisis financiera actual.

–¿Tuviste, como muchos, la impresión de que este discurso no era de despedida sino de inicio de la campaña para el 2016?

–Sí. Hubo muchas referencias de metas que han de cumplirse para el 2021, lo que quiere decir que está pensando en el regreso. Pero para eso necesita dejar la vía lo más despejada posible, y ahí sus opciones por una democracia de las que en inglés se califican de “musculosas” (por no decir democradura) pasan por inflar fenómenos como el terrorismo –por el cual no guardo la menor simpatía, pero que es algo que ya pasó– y al que no se puede ver hoy sin su alianza con el narcotráfico.

Tampoco se puede desligar este discurso de lo que pase con el Apra en las elecciones municipales. Si en la elección para el Congreso la oposición se disuelve y los oficialistas quedan como dueños del hemiciclo, las cosas no lucen tan fáciles para el 3 de octubre. Es que el caudillismo de AGP surge sobre la desinstitucionalización del partido. Esos gritos de la barra aprista “Alan sí puede” suenan a abdicación e impotencia. García deja al PAP en las peores condiciones desde el 2000: un partido lleno de pleitos internos y muy atravesado por la corrupción, y en el que la candidatura de Roca desentona de un plan original, que buscaba que no hubiera candidato para votar por Alex Kouri. Aunque Roca se aferra, no descarto que acaben retirándolo.

Adiós a Haya de la Torre

–Eres uno de los que ha seguido la evolución de AGP, ¿podías imaginar que daría este giro de 180 grados?

–No. Y menos sin que hubiera una explicación al partido y al país. Hasta el 2006 encontraba su evolución coherente. Comprendía que tenía que rectificar lo anterior y reivindicarse. Pero entre lo que ofreció el 2006 y lo que ha hecho... El 2006 su programa era una suerte de socialdemocracia light, apegada a lo que se ha llamado “tercera vía”, con una participación más eficaz del Estado. Pero no hizo nada de eso. Acabó ocupando el lugar en el que Lourdes Flores se ubicaba, e incluso más a la derecha, pues Lourdes siguió hablando de economía social de mercado, y con García tenemos economía de mercado a secas. Claro, sube a un carro que Toledo había dejado en marcha y lo acelera; pero por otro lado no hay presidente que haya maltratado más a la ciudadanía: “perros del hortelano”, “andinos tristes”. Está bien que quiera infundir optimismo, pero no hay en él ninguna autocrítica, y el desconcierto se nota en el Apra.

–Ya no es más el mensaje doctrinario de Haya de la Torre, lo que hay es neoliberalismo simple y duro.

–Claro. Es verdad que el discurso de Haya también varió, pero haciendo un balance, hechas las sumas y restas se le puede considerar centrista o a lo sumo de izquierda democrática. Hoy el único hilo que le queda con respecto al aprismo primigenio es lo de “Pan con libertad”, que mencionó varias veces. Podemos tomar el aumento del PBI y la disminución de la pobreza como “pan”, y la libertad es la de toda democracia dura, con las acotaciones que puedan agregarse. Algunos podrían decir que es el “fin de las ideologías”, pero no sería exacto: las ideologías regresan, y con fuerza.

Sin reformas

–Tampoco puede negarse que este gobierno ha disfrutado de un momento excepcional de prosperidad –que permitió incluso superar sin escollos la crisis internacional–, pero a la vez, por haberse ido al extremo, no pudo hacer las reformas que se necesitaban, y que el 28 ya AGP dejó de lado.

–Ese es el gran déficit, la oportunidad perdida. Por eso cito a Odría y su frase. Pero las obras no bastan y nuestro futuro a mediano plazo puede ser frágil. La situación de crisis mundial no ha terminado, y nuestra inserción sin las reformas institucionales famosas –en verdad, reforma del Estado– se limita al puro economicismo. Se cree que cambiando la economía lo demás vendrá por añadidura, y no es así. Creo que donde más hemos perdido tiempo es en educación y salud, que requerían una inversión mucho mayor y soluciones imaginativas que no se han dado. Eso de “colegios mayores” me parece una propuesta del siglo XIX, allí donde se requiere buena educación para todos. Luego puede haber centros de excelencia, pero no al revés.

–Tampoco hubo avances en seguridad ciudadana y combate a la corrupción.

–Es que no se la vincula a la lucha contra el narcotráfico en las ciudades, pese a que estamos con el espejo mexicano muy cerca. Se deja todo a la policía y a la mano dura, algo que deriva del sentimiento de falta de legitimidad de las élites. Pero la ausencia de reformas en el Estado es un problema clamoroso. Cuánto se pudo hacer en un contexto tan favorable como el de los últimos cuatro años, en que ha habido un manejo de la economía sensato y dinero disponible. En cuanto a corrupción, AGP señala el problema, pero no ofrece soluciones concretas.

–¿Por qué crees que no ha habido voluntad de reformas?

–Es un problema complejo. A menudo, y sobre todo en los predios de la derecha, se cita al velasquismo como la suma de los males. Pero se olvida de que el primer gobierno de FBT quiso hacer reformas y fue el Apra en alianza con el odrísmo el que las impidió. Luego vino Velasco e impuso las reformas a la mala. Ese problema del Apra con las reformas se repite, y el resultado es que vivimos una situación medio a lo China: economía y obras. Pero, por otro lado, a García se le agotaron la audacia y la creatividad, no se le ve querer jugarse por algo, ni siquiera por una economía de mercado pero con reformas. Alan no es un neoliberal con audacia. Eso me parece que también se vio en el discurso: una especie de agotamiento que no es de ayer, y que se limita al “sí se puede”, cosa que dudo, porque se puede llegar al primer mundo con violencia y represión, pero no sin educación. México es en esto un espejo en el que podríamos mirarnos. Ya se creía en el primer mundo, y según muchos de sus indicadores ya casi lo estaba. Pueden venir sorpresas feas.

–¿Corregirías tu vaticinio de hace dos años, que veía al segundo García como una suma de Fujimori y Toledo?

–Parcialmente. Es curioso, va a ser una suma de Fujimori y de Toledo pero más pálido que ambos, para bien y para mal. Toledo en sus inicios intentó hacer ciertas reformas y luego se fue apagando, víctima de su impopularidad, quedándose solo en el buen manejo de la economía. En cuanto a Fujimori, por cierto que no ha llegado, a nivel político ni a nivel de corrupción, a lo que fue ese gobierno, pero hay una corrupción evidente y que lo salpica por todas partes, algo casi sistémico y que implica a lobbystas y gente vinculada al Apra. Frente a esto, el mensaje no dio iniciativas serias anticorrupción. Pero el segundo García tiene algo del autoritarismo competitivo de Fujimori y también ha optado por la dureza en la represión de los movimientos sociales. Creo que lo que faltó a mi vaticinio fue ese lado odriísta que señalaba. Finalmente, el segundo García es más conservador de lo que imaginé.
La oposición

–Decías que el 28 también tuviste la impresión de una disolución de la oposición. ¿Cómo ves su rol en este período?

–Lamentable. Y esta reciente elección del presidente del Congreso es como el capítulo final de lo que han sido estos años. Han implosionado y, para empezar con el grupo más numeroso, me parece que Ollanta ha perdido cuatro años. Mi impresión es que no logra cuajar un partido, un equipo y un programa que sean alternativa. AP tiene límites muy grandes; del PPC nunca se supo si era oposición u oficialismo y acabó brindando ministros al gobierno. No es que no haya habido oposición, es que ha sido tan frágil que ha acabado diluyéndose.


Fuente: Diario La República, suplemento "Domingo". 01 / 08 / 2010